Ella me amó, pero dejamos de vernos hasta que recibí la invitación: María y José te invitan a su boda. Acepté gustoso, mi ex se casaba, y como la recordaba siempre cocinando exquisiteces, llegué a su celebración con aquel juego de cuchillos elegantes y caros. En ausencia de José, ella recibió el regalo y sólo me dijo: “Querido, como siempre: tarde y puntual a la vez”.
Entendí que aún me amaba cuando la vi junto a un José acuchillado en la nota roja del periódico.
Entendí que aún me amaba cuando la vi junto a un José acuchillado en la nota roja del periódico.
¡Wow! Me encantó el giro que da al final, ¡sobresalto! Enhorabuena.
ResponderBorrarGracias... Garcín.
ResponderBorrarN