Recuerdas que entraste a casa y allí estaba
un hombre que hablaba con tu boca
que siendo tú te ignoraba
“no existes si no me hablas”.
Comenzaste a hablarle con urgencia
de acuerdos para estar
“que por algo tú eres”.
Recuerdas que dejaste de entender
abandonado ya nada te animaba
loco sin cuerpo te seguías hablando
por inercia
con vencida novedad
como el curioso
que conociendo hiere.
un hombre que hablaba con tu boca
que siendo tú te ignoraba
“no existes si no me hablas”.
Comenzaste a hablarle con urgencia
de acuerdos para estar
“que por algo tú eres”.
Recuerdas que dejaste de entender
abandonado ya nada te animaba
loco sin cuerpo te seguías hablando
por inercia
con vencida novedad
como el curioso
que conociendo hiere.
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