La búsqueda

Pequeñito sentía mucha angustia desde hace años.
Sabía que las aceras y las alcantarillas son peligrosas. 
No encontraba su lugar en este insensible mundo. 
Ansioso por ser parte de alguna revuelta notable para la historia humana, deseando finalmente ser alguien, caminó directo hacia un hormiguero.
Murió como un grande: destazado por sus verdaderos pares.

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