Oye centáuride
esta lánguida líbido
de entramado infantil.
Devuélveme la furia
el traqueteo de las patas
la adulta promesa
de la crin.
Termina esta vida sin bajos
límpiame los cascos
mientras escupo la brida
y rompes mi cincha.
Han sido meses de establo
estampidas
por las que ya no lucho.
Necesito el suelo vibrante
la tierra disparada
que produce el galope.
Oye centáuride
ya he leído en el cielo
mi destino,
desátame.
::: Texto y fotografía: Nadir Chacín :::
Barcelona, 1/08/2020.
nadirchacin.com
Comentarios
Publicar un comentario